Se
coleccionan junto a los márgenes gingivales y en los espacios interdentales
tras la masticación de los alimentos. Según su adhesividad, el flujo salival y
la acción mecánica de los carrillos, labios y lengua los eliminarán más o menos
rápidamente, desapareciendo en el plazo de minutos tras la comida. El cepillado
tras la comida ayuda a su rápida eliminación.
La materia
alba, por el contrario, es un depósito amarillo o blanco grisáceo blando y
pegajoso que se ve a simple vista sobre la superficie dental, obturaciones,
cálculos y en el margen gingival, especialmente de los dientes que por mal
posición están libres de la autoclisis normal.
Está
compuesta por microorganismos, células epiteliales descamadas, leucocitos y una
mezcla de proteínas y lípidos salivales, careciendo de una estructura interna
regular como la que se observa en la placa bacteriana. No se precisan para su
observación sustancias reveladoras especiales.
Se
forma y aparece en los periodos interingesta, pasadas pocas horas de la última
comida, sobre dientes previamente límpios. Es posible quitarla con un chorro de
agua, aunque se precisa la limpieza
Según la hipótesis de la
placa no específica, la enfermedad periodontal surge de la elaboración de
productos nocivos por toda la micro flora de la placa. El huésped es capaz de
neutralizar estas toxinas cuando hay cantidades pequeñas de placa, sin embargo,
cuando el acúmulo de placa va en aumento, se producirían gran cantidad de
productos nocivos, que someterían a las defensas del huésped.
Por tanto, si logramos
controlar la cantidad de placa no específica, de ahí la importancia de las
medidas de higiene, controlaríamos la enfermedad periodontal.
OPINIÓN: denominados detritos a los restos de comida que se
encuentra en los dientes más que todo en el área interdental. Y se eliminan con
la seda dental y el cepillo dental.
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